La divina pareja Shiva y Shakti

La Divina Pareja SHIVA – SHAKTI

En la cosmología tántrica , todo el universo se percibe como creado, penetrado y sostenido por dos fuerzas fundamentales, que están permanentemente en una unión perfecta e indestructible. Estas fuerzas o aspectos universales se llaman Shiva y Shakti.

La tradición ha asociado a estos principios una forma, la de una deidad masculina para Shiva y la de una femenina para Shakti. En consecuencia, Shiva representa los elementos (fijos, sin cambios, la forma) constitutivos del universo, mientras que Shakti es la potencia dinámica, que hace que estos elementos cobren vida y actúen.

Desde un punto de vista metafísico, la pareja divina Shiva-Shakti corresponde a dos aspectos esenciales del Uno: el principio masculino, que representa el aspecto perdurable de Dios (forma), y el principio femenino, que representa Su Energía (movimiento), la Fuerza que actúa en el Mundo manifestado, la vida misma considerada a nivel cósmico.

Desde este punto de vista, Shakti representa el aspecto inmanente de lo Divino, que es el acto de participación activa en el acto de creación. Tal vez esta visión tántrica de lo Femenino en la creación contribuyó a la orientación del ser humano hacia los principios activos del universo, en lugar de los de la pura transcendencia.

Por lo tanto, Shiva define los rasgos específicos de la trascendencia pura y normalmente se asocia, desde este punto de vista, a una manifestación de Shakti que es algo terrible (como Kali y Durga), las cuales representan el aspecto terrible de la diosa ( esto se debe a que como Shakti es el principio activo tiene las fases de crecimiento, desarrollo y muerte por tanto Kali y Durga estarían asociadas a esta última fase). Debido al hecho de que, en cierto modo, Shakti es más accesible para la comprensión humana (ella permite los aspectos de la vida que están estrechamente relacionados con la condición humana dentro de la creación ya que en el mundo sensible se ven claros los aspectos de nacimientos crecimiento y muerte de las cosas y no se ven tan claros los aspectos mas inteligibles de las cosas que muestran el aspecto de Shiva que serían la parte permanente de las cosas). Es por esto que el culto de la Diosa (Devi palabra sanscrito que significa Diosa) se ha extendido con mayor fuerza desde las sociedades mas antiguas en la India.

Este culto se combinó con nociones de la filosofía shamkhya y ofreció las premisas necesarias para la doctrina maya posterior, formulada por el sabio Shankaracharya ( esta es la doctrina advaita que en sus malas interpretaciones se tiene a valorar  más los atributos permanentes y trascendente del dios Dios (Shiva) en detrimento de los atributos de la Diosa (Shakti) ya que la misma está representando el cambio y la ilusión Maya que confunde a los seres y los lleva a la rueda del Sansara)

Esta posibilidad de combinar la interpenetración de dos o más nociones pertenecientes a dos o más sistemas espirituales se debe al hecho de que los sistemas filosóficos hindúes no son sistemas aislados, cerrados, sino doctrinas complejas y manejables, que pueden ajustarse y entenderse desde perspectivas diferentes.

Por ejemplo la filosofía Samkhya promulga entre sus principios una dualidad cósmica primordial (Purusha (varon) y prakriti (hembra)) separados. Desde la perspectiva Tántrica, este «esquema» de la creación se transforma, en el sentido de que los dos principios cósmicos se consideran unidos, no separados (porque ambos son aspectos de una única unidad que es lo único que verdaderamente existe (Llamada divinidad Absoluta, Dios, etc). Esta es la diferencia fundamental introducida por Tantra, basada en una concepción que favorece la unidad entre los dos principios, opuestos en apariencia, pero indisociables unidos en cada acto de la creación.

Sin embargo, el Tantrismo confiere a Shiva y Shakti las cualidades de los principios femeninos y masculinos de la filosofía Samkhya pero considera la idea de un acto de fertilización en el nivel divino puramente espiritual (entre Shiva y Shaty) como causa de cada uno de los acontecimientos y eventos que suceden en el mundo , a diferencia de la filosofía Samkhya. La unión eterna e indestructible entre Shiva y Shakti da nacimiento a todo el Macrocosmos manifestado, en su aspecto estático y estable, así como en su aspecto dinámico.

Las diferentes representaciones en la rica iconografía tántrica, obviamente, subrayan las características antitéticas (diferentes) de los dos principios, determinando una comprensión más clara de estos principios a través del Arte y del Mito.

Así, por un lado se presenta la danza cósmica de Shakti en el cuerpo acostado de Shiva. Por otro lado, las dos deidades se representan en lo que se llama VIPARITA-MAITHUNA, que significa unión sexual tántrica. Esta unión sexual es diferente de lo que generalmente se entiende por esto en las tradiciones occidentales, en el sentido de que el hombre está inmóvil, mientras que la mujer, abrazándolo, asume un papel activo durante el acto sexual.

En conclusión, el tantrismo contempla la evolución cósmica como una polarización dentro del Ser Supremo, que es Dios, el Absoluto no manifestado, en sus dos aspectos fundamentales: estático y cinético.

Tantra simboliza este aspecto comparando a la pareja Shiva y Shakti con una semilla de grano (CHANAKA). Tal semilla está formada por dos mitades tan estrechamente vinculadas que parecen una, y una sola cubierta las cubre. Simbólicamente, las dos mitades representan a Shiva y Shakti, la portada representa a Maya (la ilusión cósmica). Cuando la cubierta está, las dos mitades se separan, pero la cubierta se quita cuando la semilla está a punto de germinar, unificando así las dos mitades en una.

 

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